un día ví a Hierson arrodillarse y acercase al pasto, despacio, con cuidado, como protegiendo un pedacito de pasto del viento fuerte de las casi cinco de la tarde. Le tomé una foto sin que se diera cuenta. Más tarde se enteró, pero ya no importaba.
Esta foto y tantas otras cosas más, me hacen querer regalarte 1/4 especialmente para tí, en el que el suelo es de pastos de miles de tonos de verde, el techo son las inmensas y cambiantes nubes que a veces parece que funcionaran como nuestros pensamientos, cuando apagues la luz para irte a dormir, no se apagará instantáneamente, se desvanecerá como los mas hermosos atardeceres, cuando quieras por fin dormir, encontrarás una cama de arena fina y suavecita y las cobijas serán lentas olas del mar que acaricien tus pies, todo tu 1/4 está lleno de animalitos, algunos cantarán al amanecer, otros te picarán la punta de los pies, otros te traerán el desayuno recién pescado de la orilla del mar, otros te invitarán a nadar, otros aletearan al lado de tus ojos sus lindos colores para que te inventes unos anteojos, uno incluso te espera para darte besos de miel. Y además, he decorado las paredes especialmente con un papel de colgadura de saltos de conejo, como aquellos de la hermosa historia de la luna, los saltos de conejo que nos enseñaste a dar.
Entonces, aquí va tu 1/4 mi hermoso Hier, para soñar con lugares posibles, entre las imágenes de un lugar encantado por tu presencia.
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